La propuesta impulsada por la Secretaría de Educación Pública de que los padres lean a sus hijos 20 minutos diarios, con el fin de “apuntalar la calidad de la educación”, genera cuestionamientos entre especialistas en lectura y educación: ¿La velocidad de la lectura contribuye a la comprensión lectora? ¿por qué no se establece en las escuelas un periodo de lectura diaria? ¿qué persigue la SEP: crear un gusto por la lectura o mejorar sus indicadores? ¿por qué se ha recortado en los últimos cuatro años el presupuesto para el programa de bibliotecas de aula y escolares?
La UNESCO recomienda la lectura de, al menos, cuatro libros por año (México sólo llega a 2,9, según la Encuesta Nacional de Lectura de 2005), esa dependencia de Naciones Unidas no fija un tiempo mínimo de lectura diario. Los especialistas no han encontrado estudios que establezcan mediciones de ese tipo en otros países.Los bajos niveles de lectura en México se confirman con los datos internacionales. En 2006, México ocupó la posición 107 dentro de 108 países en cuanto a hábito lector, según un reporte de Naciones Unidas, pues sólo el 2% de los mexicanos tiene ese hábito; muy lejos de naciones como Japón con el 91% de su población, Alemania con el 67% y Corea con el 65%.
Además, en el país el nivel educativo está por debajo de los estándares de calidad internacionales, según las pruebas de los años 2000, 2003, 2006 y 2009 de PISA (Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes de la OCDE), donde México ocupa los lugares más bajos, y se concluye que los niños tienen poca capacidad de análisis y que entienden muy poco lo que leen.
El Universal, 15 de febrero de 2011
Es verdad que la velocidad y la cantidad de palabras que se leen por minuto no aseguran la comprensión lectora del artículo, la propuesta de la SEP no asegura que se adquiera el hábito por la lectura. Sin embargo en mi particular punto de vista, pienso que comenzar con 20 minutos dedicados a nuestros hijos, hermanos o sobrinos para leer diversos textos, desde periódicos, artículos de tecnología, cultura, divulgación, cuentos, novelas, entre otros; ayudará significativamente a darle un nuevo sentido a la lectura. Es importante darle un nuevo sentido y énfasis a lo que se lee, enseñarle a nuestros hijos que existen distintos tipos de lecturas y todas comunican un contenido diferente.
Como docentes inculquemos a nuestros estudiantes el hábito de la lectura, sumerjámoslos en un nuevo mundo de aprendizajes y vivencias y, sobre todo enseñemos que un libro es la mejor ventana a cualquier mundo.
La lectura hace al hombre completo; la conversación, ágil, y el escribir, preciso.
Yuliana Ramírez.
Campañas de Gandhi
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